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lunes, 23 de agosto de 2010

Jane Boleyn vizcondesa de Rochford - cuarta parte

Durante su cautiverio en la torre, fue interrogada durante varios meses, pero como era una aristócrata no podía ser torturada. Bajo presión psicológica, sin embargo, ella parece haber sufrido un colapso nervioso y a comienzo de 1542 fue declarada insana. Sus “ataques de frenesí” significaron que no podría ser sometida a juicio por su rol de facilitar los adulterios de la reina, pero desde que el rey determinó que debía ser castigada, éste implementó una ley que permitía que los insanos fueran ejecutados. Jane fue entonces condenada a muerte por el Act of Atteinder (esto es, sin juicio) y el día de la ejecución se fijó para el día 13 de febrero de 1542, el mismo día que Catalina Howard.
La reina murió primero, aparentemente en un débil estado físico, aunque no se hallaba histérica. Jane, quien había estado en el escalafón para observar la muerte de Catalina, entonces dio un discurso antes de arrodillarse en el recién usado cadalso. A pesar del colapso mental sufrido en sus últimos cinco meses de vida, se mostró calma y digna, y ambas mujeres ganaron una leve aprobación póstuma por sus comportamientos al momento de morir. Un testigo ocular, un mercader llamado Otwell Johnson, escribió que sus ‘almas [deben] estar con Dios, por ellas realizó el mas piadoso y cristiano final’. El embajador francés simplemente indicó que Jane dio un “largo discurso”; Johnson dice que ella pidió perdón por sus “varios pecados”, pero nadie apoya las leyendas posteriores de que Jane habló en detalle sobre su fenecido esposo o hermana política Ana. De acuerdo a Alison Weir, la ejecutada reina no pasaba más allá de los diecisiete años al momento de su muerte y Jane estaba alrededor de los treinta y seis.
La ejecución fue llevada a cabo solamente con un golpe de hacha y ella fue enterrada en la Torre de Londres junto a Catalina Howard, y muy cerca de los cuerpos de George y Ana Bolena.

Jane Boleyn vizcondesa de Rochford - tercera parte

Después de la ejecución de su marido, lady Rochford estuvo ausente de la corte por un tiempo, durante el cual gastó mucho de su tiempo en intentar estabilizar su situación financiera, la cual logró a través de negociaciones con su padre político, padre, pero principalmente con Thomas Cromwell, primer ministro del rey. Los Bolena eventualmente le asignaron una considerable pensión anual de £100, precisamente lo que ellos le habían dado a su hija mayor, María, cuando enviudó ocho años antes. Esta cantidad de dinero no se acercaba por ninguna parte a la que habia recibido cuando fue hermana política de la reina consorte Ana, pero era suficiente para financiar una moderada vida de clase alta, esencialmente para poder volver a la vida de la corte, lo cual fue algo en lo que Jane trabajó obstinadamente entre 1536 y 1537. Se desconoce una fecha exacta de su regreso a la corte, pero si se sabe que lo hizo como dama de honor de la reina Jane Seymour, lo que significa que volvió en el transcurso de poco menos de un año después de la muerte de su esposo. Como vizcondesa, le fue permitido traer un grupo de sus sirvientes con ella, alojándose en palacio como Lady Rochford. Finas comidas le fueron servidas cada día del presupuesto de la casa de la reina.
Después de la muerte de Jane Seymour, el rey subsecuentemente se casó con una princesa germana, Ana de Cleves, y lady Rochford testificaría más tarde en julio de 1540 para ayudar al rey a poder divorciarse de ella, declarando que su reina le confió a ella que su matrimonio nunca se había consumado. Esto le permitió a Enrique anular su unión con Ana de Cleves y casarse con su muy joven amante, Catalina Howard.
Lady Rochford mantuvo su puesto como dama de honor de la nueva reina y ejerció una considerable influencia sobre ella, convirtiéndose eventualmente en una de sus favoritas. Cuando la joven reina se halló aburrida con su viejo y obeso marido el rey, fue lady Rochford quien ayudó a organizar encuentros entre la reina Catalina Howard y el apuesto cortesano Thomas Culpepper. Catalina más tarde confesaría el no haber llegado virgen al matrimonio, sin embargo hay algunas dudas en cuanto a si realmente la relación de Catalina con Culpepper fue sexualmente consumada. La aventura progresó con la ayuda de Lady Rochford durante la visita real al norte en 1541, pero el pasado de Catalina fue destapado en el otoño y una investigación fue lanzada en torno a su vida privada. Primeramente, la reina fue detenida en sus aposentos y luego fue puesta bajó arresto domiciliario en la Abadía de Syon, un convento fuera de uso lejos de la corte. Sus confidentes y sirvientes fueron interrogados y sus aposentos fueron allanados, muchos de los sirvientes y damas de honor recordaron haber notado un sospechoso comportamiento en Lady Rochford con Catalina y Culpepper, lo que dio como resultado su detención para ser interrogada. Subsecuentemente, una carta de amor de Catalina para Culpepper fue descubierta en la que se menciona el rol de Jane arreglando sus encuentros. Este fue un crimen de “misprision of treason” (algo así como cómplice de traición), el cual en la Inglaterra de los Tudor llevaba a la pena de muerte. Jane fue llevada a la Torre de Londres y estuvo en prisión por varios meses, mientras el gobierno decidía como y cuando proceder en contra de la acusada.

Jane Boleyn vizcondesa de Rochford - segunda parte

Esta negativa visión de Jane es rechazada por su única biógrafa moderna, Julia Fox, quien cree que Jane gozó de una cálida relación de apoyo y esto fue el terror del golpe de palacio en contra de los Bolena en 1536 que provocó el testimonio de Jane, el cual fue torcido por los enemigos de su familia de todos modos. Sobre la caída de los Bolena, Fox escribe:
“Lady Rochford se encontró arrastrada a un torbellino de intrigas, insinuación y especulación. Para cuando Cromwell fue en busca de Jane, él ya tenía una gran parte de lo que necesitaba, no sólo para hacer caer a Ana y su círculo, sino que también para hacer posible el matrimonio del rey con Jane Seymour… Las preguntas para Jane habrían venido de una manera densa y rápida… Enfrentadas con cierta implacabilidad, incesantes cuestionamientos, de las cuales no tenía otra opción más que responder… Jane habría buscado en su memoría cualquier pequeñísimo incidente que le ocurriese… [Pero] ella se había torcido bajo la presión del implacable interrogatorio… Y fue su debilidad bajo el interrogatorio la que le dio a sus futuros detractores – felices de encontrar un salvoconducto para exonerar al rey del atroz cargo de matar insensiblemente a su inocente esposa – las municiones para mantener eso que era su evidencia que había engañado a Enrique, y destruido a Ana y George…”.

George Boleyn fue decapitado en Tower Hill el 17 de mayo de 1536, ante una gran multitud, su discurso final se vio principalmente afectado al promover su recién descubierta fe protestante. Cuatro hombres mas, uno de ellos un plebeyo, fueron ejecutados junto a él, también acusados de ser amantes de Ana Bolena. Sólo el plebeyo, un músico, confesó y lo hizo bajo la acción de feroces torturas (los miembros de la aristocracia y la baja nobleza no podían ser legalmente torturados). Ana fue ejecutada dos días después, decapitada por un verdugo francés, hábil con la espada, dentro de las murallas de la Torre de Londres. La historiadora Julia Fox describe la muerte de Ana como “su última presentación”. Su equilibrio y coraje en el cadalso fue muy comentado y la opinión pública en las semanas y meses después a menudo “hicieron de Ana una perseguida heroína, brillando con la promesa y calidad de una joven mujer, hermosa y elegante”. No es sabido si Jane presenció la ejecución de su esposo o de su hermana política, pero la compasión póstuma por Ana despertó en muchos (particularmente sentimentalistas) el significado de que muchos de los que se vincularon a su caída fueron encasillados en el papel de villanos. De acuerdo a la historiadora Julia Fox, esta actitud explica como las acciones de Jane se interpretaron como las de un ser cruel y celosamente conspirador.
Independientemente de la verdad de la participación de Jane en la caída de los Bolena, o sus sentimientos inmiscuidos en ésta, la inmediata secuela fue muy dura para ella, tanto financieramente como socialmente. Las tierras que los Bolena se habían adjudicado durante el reinado de Ana y durante las últimas cuatro generaciones, incluyendo los títulos de conde de Wiltshire y conde de Ormonde podrían pasar sólo por la línea masculina, y fueron pérdidos por la familia con la muerte de George. Jane mantuvo el título de vizcondesa de Rochford pero sin un hijo realmente no podía beneficiarse con lo que había retenido de la fortuna de la familia Bolena.

Jane Boleyn,vizcondesa de Rochford- primer parte

(Juana Bolena), vizcondesa de Rochford (c. 1505 – 13 de febrero de 1542) fue una noble inglesa que vivió en el reinado de Enrique VIII. Fue hermana política de Ana Bolena, segunda esposa del rey, y dama de honor de su quinta esposa Catalina Howard, con quien fue ejecutada en 1542 por alta traición. Nacida bajo el nombre de Jane Parker, fue la hija de Henry Parker, X barón de Morley, y de Alice St. John (la hija mayor de sir John St. John). Nació en Norfolk, Inglaterra alrededor del año 1505 y su familia tuvo un gran poder monetario, estaban bastante unidos y políticamente activos, además de ser respetados miembros de la clase alta inglesa. Su padre fue un intelectual con un gran interés en la cultura y la educación. Fue enviada a la corte en su temprana juventud, ciertamente antes de los quince años, donde fue asignada a la casa de Catalina de Aragón, la esposa de Enrique VIII en ese momento. Es recordada por haber sido acompañante real en la fiesta de la famosa visita de estado a Francia en 1520, que fue conocida como “The Field of the Cloth of Gold” (el campo de la tela de oro).
No hay retrato sobreviviente que haga identificar físicamente a Jane. Sin embargo, debió de ser bonita, dado que fue escogida para ser una de las actrices/bailarinas principales en la prestigiosa obra “Château Vert”, estrenada en la corte en 1522, y sería inconcebible que alguna de las siete damas escogidas para representar las siete virtudes femeninas fuese poco atractiva. A finales de 1524 o principios de 1525, fue casada con George Boleyn, vizconde de Rochford, hermano de Ana Bolena, que sería más tarde la segunda esposa del rey Enrique VIII. En este escenario, sin embargo, Ana todavía no estaba enlazada con el rey, aunque ella ya era un icono de la moda de la época. Un historiador escribió que Ana era “la cortesana perfecta… su carruaje estaba lleno de gracia y sus ropas eran complacientes y elegantes, bailaba con facilidad, cantaba placenteramente, tocaba el laúd y varios otros instrumentos musicales bien, y hablaba francés fluidamente… una notable, inteligente y audaz mujer noble… que primero cautivaba a la gente con una conversación y luego los entretenía. Era simple ver que su energía y vitalidad la hacían ser el centro de atención de cualquier reunión social”. Estos primeros encuentros con la sofisticada y glamorosa Ana ayudaron a crear la leyenda de que Jane inmediatamente la odió. Sin embargo, si esto fuera cierto, no hay pruebas de ello para la época ni para varios años venideros.
Como la riqueza y la influencia de la familia Bolena aumentaba, la pareja tomó el palacio de Beaulieu como su residencia principal, la cual decoraron con una pródiga capilla, una cancha de tenis, un baño con flujos de agua caliente y helada, alfombras importadas, muebles de caoba y su gran colección de platería. Tradicionalmente, el matrimonio de Jane y George ha sido retratado como infeliz. Un historiador moderno sugiere que Boleyn habría sido homosexual, lo que explicaría el por qué de un matrimonio tan miserable.
La exacta naturaleza de su relación con su hermana política real tampoco está precisamente clara y no hay absolutamente ninguna evidencia de qué es lo que pensaba acerca de su otra hermana política, María Bolena, quien había estado en la corte con ella desde que eran muy jóvenes. Generalmente asumido es el hecho de que Jane no era demasiado cariñosa con Ana, se dice que era producto de los celos de que sentía hacia ella. A pesar de todo, Jane conspiró junto a su hermana política Ana para expulsar a una dama no identificada de la corte en 1534. Cuando el rey descubrió la participación de Jane, ésta se exilió a sí misma durante unos pocos meses.
Después de once años de matrimonio, George fue arrestado en mayo de 1536 y encerrado en la Torre de Londres, acusado de mantener relaciones sexuales con su hermana, la reina. Se supone que el testimonio de Jane ayudó a la acusación de su esposo por incesto y traición, declarando que ella creía que él y Ana estaban envueltos en relaciones sexuales desde el invierno de 1535, e implicando fuertemente que George sería el padre del feto abortado por la reina a principios de 1536. No hay evidencias para aseverar estos rumores de acuerdo a la vasta cantidad de testigos contemporáneos, aunque éstos proveyeron el pretexto legal de que los enemigos de los Bolena necesitaban mandar a lord Rochford al cadalso.

Maria tudor, cuarta parte

Las persecuciones religiosas duraron casi cuatro años, en los que numerosos líderes protestantes fueron ejecutados, otros tuvieron que exiliarse y cerca de 800 permanecieron en el país. Entre los ejecutados se encuentra John Rogers (4 de febrero de 1555); el arzobispo de Canterbury Thomas Cranmer; Nicholas Ridley, obispo de Londres y el reformista Hugh Latimer. Aunque no existe unanimidad acerca del número de condenados, John Foxe calcula en su Libro de los mártires que 284 personas fueron ejecutadas por cuestiones de fe.
Durante su reinado sufrió dos falsos embarazos, por lo que se especuló que podría deberse a la presión por crear un heredero, aunque los síntomas físicos, entre los que se incluía lactancia y luego la pérdida de visión, hacían sospechar de que se trataba de algún desorden hormonal, tal como un tumor de la glándula pituitaria.
María I decretó en su testamento que su marido debería adquirir la regencia en caso de que su descendencia no hubiera cumplido la mayoría de edad.
Su muerte se produjo el 17 de noviembre de 1558 en el Palacio de St. James. A pesar de que su testamento recogía su voluntad de ser enterrada junto a su madre, finalmente fue enterrada en la Abadía de Westminster, que más tarde compartiría con Isabel I.


.18 de febrero de 1516 - 23 de mayo de 1533: Princesa María Tudor Princess Mary of England.
.23 de mayo de 1533 - 19 de julio de 1553: Lady María Tudor.
.19 de julio de 1553 - 17 de noviembre de 1558: Su Majestad la Reina de Inglaterra e Irlanda.
.16 de enero de 1556 - 17 de noviembre de 1558: Su Majestad la Reina de España y Sicilia.

miércoles, 7 de julio de 2010

María I de Inglaterra - tercer parte

Eduardo VI muere de tuberculosis en julio de 1553. Eduardo VI, así como su padre Enrique VIII, no quería que María heredase la corona por miedo a que reimplantara el catolicismo y deshiciera todas las reformas hechas hasta ese momento. Por ello planea excluirla de la línea sucesoria, algo que le desaconsejan sus asesores ya que tendría que excluir también a su hermana Isabel. Guiado por John Dudley, duque de Northumberland, Eduardo VI excluye a ambas de la línea de sucesión en su testamento.
Eduardo VI alega que Lady Jane Grey, nuera de Dudley, nieta de la reina de Francia y hermana de Enrique VIII, sea la que le suceda. Sin embargo esta exclusión contradice el Acta de Sucesión de 1544 en la que restauraba a María e Isabel en la línea sucesoria. A punto de morir Eduardo VI, María había sido enviada de vuelta a Londres desde el castillo de Framlingham (Suffolk), donde se había mudado recientemente tras abandonar la residencia del Palacio de Beaulieu. Sin embargo, María dudó de que este viaje fuera solo un pretexto para ser capturada y facilitar así el ascenso de Grey al trono. Lady Grey fue proclamada reina de Inglaterra el 10 de julio de 1553 Sin embargo, sus apoyos rápidamente se debilitaron y fue destronada nueve días después. Al destronamiento de Grey le sucede la llegada triunfante aclamada por el pueblo de María, para asumir el puesto que había dejado Grey. John Dudley y Lady Grey fueron encarcelados en la Torre de Londres y finalmente ejecutados. María temía que si Lady Jane seguía viva pudiera organizar revueltas contra su reinado.


Matrimonio
A los 37 años María vuelca toda su atención en buscar marido y procrear un heredero para evitar que acceda al trono la protestante Isabel (quien todavía era su sucesora según las condiciones del testamento de Enrique VIII). María I rechaza la proposición de Eduardo Courtenay, conde de Devon, ya que tenía las perspectivas de casarse con el entonces príncipe Felipe de España, hijo de su primo Carlos V, el futuro Felipe II de España. Se dice que tras haber visto el cuadro de cuerpo entero pintado por Tiziano, María declaró haberse enamorado de él.
La ceremonia tuvo lugar en en la Catedral de Winchester el 25 de julio de 1554, dos días después de su primer encuentro. El punto de vista de Felipe II era puramente político (había declarado admirar su dignidad pero no sentía «ningún deseo carnal por ella»).

Embarazo
A los tres meses de su matrimonio María empieza a sospechar que está embarazada, viendo como su vientre aumentaba de volumen, pero el alumbramiento no llegaba y el tiempo se dilataba por lo que los médicos atribuyeron la inflamación del vientre real a una hidropesía, vulgar retención de líquidos. Su marido la convenció para que liberase a su hermana Isabel del arresto domiciliario al que se encontraba sometida probablemente para verse favorecido por ella en caso de muerte de su esposa.

Religión
María I se preocupó de asuntos relacionados con la religión: siempre rechazó la ruptura con Roma emprendida por su padre y el establecimiento del protestanismo que hizo su hermano Eduardo. Restauró las relaciones con Roma y con el hijo de su institutriz la condesa de Salisbury, el cardenal Reginal Pole, quien tras la ejecución de Thomas Cranmer fue Arzobispo de Canterbury.
María también persuadió al Parlamento para rechazar las leyes protestantes aprobadas por Enrique VIII. Para conseguir un acuerdo tuvo que hacer una importante concesión: decenas de miles de acres de tierras monacales confiscadas por su padre no serían devueltas debido a la influencia que tenían los nuevos dueños mediante esta distribución. El restablecimiento de las leyes contra los herejes fueron aprobadas en 1554. También se comenzó una reforma monetaria supervisada por Thomas Gresham para contrarestar la dramática devaluación que caracterizó los últimos años del reinado de Enrique VIII y el de su hijo Eduardo VI, aunque todas estas medidas supusieron un amplio fracaso.

María I de Inglaterra - segunda parte

A pesar de sus problemas de salud, fue una niña precoz. Gran parte del reconocimiento de su esmerada educación se la debe a su madre, quien contó para ello con el erudito Juan Luis Vives. También estudió griego, ciencias y música. En julio de 1521, con apenas cinco años y medio, entretenía a las visitas tocando el virginal, un pequeño clavicémbalo. Enrique VIII la adoraba y alardeaba frente a sus amistades de su buen comportamiento. A la edad de nueve años, su padre le donó su propia corte en el Castillo de Ludlow, así como varias Prerogativas Reales, solo concedidas al Príncipe de Gales, llamándola incluso Princesa de Gales. En 1526, fue enviada a Gales para presidir el Consejo de Gales y las Marcas. A pesar del afecto que le profesaba, Enrique VIII estaba decepcionado por la ausencia de hijos varones.Durante su infancia Enrique VIII negoció posibles matrimonios para su hija. Cuando solo tenía dos años fue prometida al hijo del rey de Francia Francisco I, pero tres años después se canceló el trato. En 1522 se acordó el Tratado de Windsor por el que se casaría con su primo, el emperador Carlos V, que por entonces contaba con 22 años. Sin embargo, el compromiso se rompió años después. Fue entonces cuando se sugirió la boda con el padre del delfín de Francia, Francisco I, quien deseaba una alianza con Inglaterra. Un tratado de matrimonio se firmó en el que se estipulaba que María se casaría con Francisco I o su segundo hijo Henry, duque de Orléans. Sin embargo, el cardenal Wolsey, consejero jefe de Enrique VIII, consiguió asegurar la alianza sin el matrimonio. Mientras, el matrimonio de los padres de María estaba en peligro debido a la falta del heredero varón. El rey intentó la anulación, pero el Papa Clemente VII lo rechazó. Se especula con que la decisión del Papa estuvo influida por el antiguo prometido y sobrino de la madre de María, Carlos V. Enrique VIII había alegado consanguinidad (a pesar del debate sobre la posible consumación del matrimonio), ya que su esposa había estado casada anteriormente con su hermano Arturo. En 1533 Enrique VIII se casó en secreto con Ana Bolena y más tarde el matrimonio con Catalina fue declarado inválido. Enrique entonces rompe relaciones con la Iglesia Católica y se proclamó cabeza de la Iglesia Anglicana. Como consecuencia de ello,Catalina de Aragón perdió su título de reina pero mantuvo el de Princesa viuda de Gales, título que llevaría como viuda del príncipe Arturo. María fue declarada ilegítima, pasó a recibir el trato de Lady María y se desterró de la línea de sucesión, ocupando su puesto su hermanastra, la hija de Ana Bolena, la futura Isabel I. María fue expulsada de la Corte, así como sus sirvientes de sus trabajos y fue obligada a servir como dama de compañía de Isabel I. No se le permitió ver a su madre ni asistir a su funeral en 1536. Se dice que la razón del frío comportamiento hacia su hermanastra Isabel se debió al trato que recibió durante estos años.
Cuando Ana Bolena fue decapitada, Isabel perdió su tratamiento de princesa, pasó a ser tratada como Lady Isabel y fue eliminada de la línea de sucesión. Pocos días después de la muerte de Ana, Enrique VIII se casó con Jane Seymour, quien murió tras dar a luz a un varón, el futuro Eduardo VI. María fue la madrina y presidió el duelo en su funeral . En respuesta a este gesto, Eduardo VI le concedió una casa y le permitió residir en los palacios reales. La publicación de los gastos personales que hizo durante ese periodo demuestran que residió en Hatfield House, en el Palacio de Beaulieu, también llamado Newhall, Richmond y Hunsdon.
En 1543 Enrique VIII se casó por sexta vez, en esta ocasión con Catalina Parr, quien consiguió unir a toda la familia. Un año después, mediante el acta de sucesión Enrique VIII volvió a incluir a sus dos hijas en la línea de sucesión detrás de su hermano Eduardo, a pesar de seguir siendo ilegítimas de manera oficial.
Enrique VIII muere en 1547 y su hijo Eduardo VI le sucede. Puesto que todavía es menor, la regencia pasa a un consejo dominado por protestantes que intentó implantar su fe en todo el país.

María I de Inglaterra - primer parte

María I de Inglaterra, conocida como María Tudor (Greenwich, Inglaterra; 18 de febrero de 1516 - Londres; 17 de noviembre de 1558), soberana de Inglaterra e Irlanda desde 1553, siendo la tercera mujer en acceder al trono inglés, después de Matilde de Inglaterra y de su sobrina segunda Juana Grey. Fue el cuarto monarca de la dinastía Tudor; recordada por abrogar las reformas religiosas introducidas por Enrique VIII y someter de nuevo a Inglaterra a la disciplina papal el 30 de noviembre de 1554 con el apoyo del Cardenal Reginald Pole. En dicho proceso, condenó a casi 300 religiosos disidentes a morir en la hoguera en las Persecuciones Marianas, ganándose el apodo de María la Sanguinaria (en inglés, Bloody Mary). El restablecimiento del catolicismo romano fue revertido por su sucesora y medio hermana, Isabel I, hija del rey Enrique VIII (padre de ambas) y su segunda esposa, la reina Ana Bolena.
Nació en el Palacio de Placentia en Greenwich, Londres. Fue bautizada con el cardenal Wolsey como padrino. Fue una niña enfermiza con problemas de visión y dolores de cabeza. John Hussey, barón Hussey de Sleaford fue su chambelán, y su mujer, Lady Anne, hija de George Grey, una de sus ayudantes.

martes, 6 de julio de 2010

Catalina de Aragon,reina consorte de inglaterra, segunda parte

En 1509 murió el rey Enrique VII de Inglaterra. Su hijo Enrique asumió el reinado como Enrique VIII de Inglaterra, de la reciente dinastía Tudor, mostrando su deseo de poseer cuanto antes a la princesa española.
El 11 de junio, en la capilla Grey Friars, Catalina fue nuevamente desposada tras una larga y solitaria espera de siete años, llena de incertidumbre. Fue coronada como reina, el 24 de junio de 1509.
Catalina fue extremadamente popular, entre sus súbditos. Ella gobernó la nación como regente, mientras Enrique invadía Francia en 1513. Ella en persona cabalgó al frente de las tropas de reserva que derrotaron y dieron muerte al rey de Escocia en 1513. Para entonces Catalina había dado a luz a una niña muerta y había visto morir al heredero al trono. Fue un matrimonio feliz para ambos -con infidelidades por parte del rey-, durante 18 años, hasta que el Enrique VIII comenzó a preocuparse seriamente ante la necesidad de un heredero varón y el fin de la fertilidad de la reina.
Un hijo (1510), murió tras el alumbramiento;
Enrique (1 de enero de 1511 - Moriría tan sólo 52 días después de su nacimiento), Príncipe de Gales y Duque de Cornualles;
Un aborto (1513);
Enrique (1514 - Moriría al mes de su nacimiento), Príncipe de Gales y Duque de Cornualles;
María I de Inglaterra (1516 - 1558), reina de Inglaterra de 1553 a 1558;
Otro aborto (1518).
El nacimiento de un varón se hacía esencial para Enrique VIII.
La dinastía Tudor era nueva, y su legitimidad estaba aún en entredicho. Ninguna reina había gobernado nunca exitosamente en Inglaterra en su propio derecho. En 1520, el poderoso sobrino de Catalina, Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de España, visitó Inglaterra, y la reina comenzó rápidamente con la política de ganar tanto su alianza como la de Francia. Inmediatamente después de la partida del emperador, el 31 de mayo de 1520, la reina acompañó al rey a Francia, para una visita a Francisco I.Sin embargo, a los dos años se declaró la guerra contra Francia y nuevamente el emperador fue recibido en Inglaterra, entre otros asuntos, para hacer planes sobre el matrimonio de la princesa María. El rey, enamorado de Ana Bolena, solicitó la nulidad eclesiástica a la Iglesia Católica (1527) con el pretexto de la ilegalidad del matrimonio celebrado entre cuñados. La actitud inicialmente favorable del papa Clemente VII se modificó ante la negativa de Catalina y las presiones del emperador Carlos V, poco dispuesto a ver comprometida su estrategia. Por último, Enrique se casó con Ana Bolena (25 de enero de 1533), ya embarazada de la futura reina Isabel I. El arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, anuló el matrimonio del rey con Catalina (23 de mayo de 1533). Enrique VIII se separó de la obediencia a la Iglesia Católica de Roma (1534) y se hizo reconocer como jefe supremo de la nueva Iglesia de Inglaterra. Catalina fue confinada sucesivamente en Ampthill, en Buckden y en el castillo de Kimbolton, donde murió el 7 de enero de 1536, a la edad de 50 años. Aunque nunca renunció al título real, fue enterrada en la Catedral de Peterborough con un funeral propio de Princesa Viuda en lugar del de una reina. Las ciudades de Peterborough y Alcalá de Henares (su lugar de nacimiento) son hoy ciudades hermanas. Todos los 29 de enero, aniversario de su entierro, tienen lugar unos actos conmemorativos en la hoy catedral de Peterborough.

Catalina de Aragon, infanta de aragon y castilla y princesa de gales, primer parte

Catalina de Aragón y Castilla (Alcalá de Henares, 16 de diciembre de 1485 - Kimbolton, Inglaterra, 7 de enero de 1536). Infanta de Aragón y Castilla que fue reina consorte de Inglaterra. Enrique anuló el matrimonio, de 24 años de duración, por su pretensiones con una cortesana de Catalina, Ana Bolena, y por la supuesta incapacidad de la Reina para engendrar un hijo varón. Fue la madre de la Reina María I de Inglaterra.
Nacida en la ciudad de Alcalá de Henares, el 17 de diciembre de 1485, siete días antes de Nochebuena. Fue la menor de las hijas del rey Fernando II el Católico y de la reina Isabel I la Católica. Era tataranieta del rey Eduardo III de Inglaterra y prima en cuarto grado tanto del rey Enrique VII y de la reina Isabel de York. La hija de los Reyes Católicos era la que más se parecía a su madre: pelirroja, de ojos claros, decidida e inteligente. Catalina tenía sin duda grandes capacidades intelectuales y morales. Recibió una esmerada educación apegada al catolicismo digna de una futura reina, aprendiendo lenguas romances de la península ibérica, francés, flamenco, inglés y, por supuesto, latín, además de artes como la danza y la música. A los seis años contempló la emocionante y vistosa toma de Granada. Allí se quedó a vivir con sus padres, porque Isabel y Fernando siempre consideraron que la capital de la España suya, la de los Reyes Católicos sólo podría ser la ciudad de Granada. Pasaron los años y Catalina abandonó Granada junto con su familia para instalarse en Santa Fe.
Catalina fue prometida siendo niña al príncipe de Gales, Arturo, hijo de Enrique VII fundador de la dinastía Tudor. Catalina era de piel blanca, ojos azules, y pelo rubio, como todos los Trastámaras que descendían de doña Catalina de Lancáster.
Siguiendo la política de los Reyes Católicos de aislar a Francia, Catalina fue prometida en matrimonio el 26 de marzo de 1489 con el príncipe Arturo de Gales, primogénito de Enrique VII de Inglaterra, en el llamado tratado de Medina del Campo.
Tras un mes de navegación Catalina llegó al puerto de Plymouth, donde fue recibida por el obispo de Bath, en representación del príncipe. El 14 de noviembre fue desposada por el desconocido, joven y enfermizo príncipe de Gales en la catedral de San Pablo de Londres. Causó una gran impresión a su futuro suegro. Como príncipe de Gales, Arturo fue enviado al castillo de Ludlow en Shropshire para presidir al consejo de Gales y fue acompañado por la ahora princesa de Gales. Unos pocos meses después, el 2 de abril de 1502, el joven príncipe murió por una epidemia, bautizada "como la fiebre del sudor", dejando a una princesa viuda y virgen.
llevaron a negociar el matrimonio de la viuda con el siguiente en la línea de sucesión, el príncipe Enrique, hermano del difunto, que tan solo tenía 11 años. Incluso se llegó a barajar la posibilidad de casarla con el propio Enrique VII que había quedado viudo años antes. La princesa viuda testificó que debido a la juventud y carácter enfermizo del príncipe el matrimonio no había sido consumado, hecho que fue certificado con una dispensa del Papa Julio II para que el matrimonio con Enrique fuera posible.

domingo, 4 de julio de 2010

Margarita Tudor, segunda parte

Muerto su esposo en la batalla de Flodden, en Northumberland (9 de septiembre de 1513), Margarita asume la regencia del reino por la minoria de edad de su hijo Jacobo V.
Al año siguiente, el 6 de agosto de 1514, se casó en la iglesia de Kinnoull con Archibaldo Douglas, conde de Angus. De este matrimonio nace una hija:

_Margarita Douglas (n. castillo de Harbottle, Northumberland 8 de octubre de 1515 - m. Hackney, Londres, 9 de marzo de 1578), casada con Mateo Estuardo, 4to conde de Lennox; de este matrimonio nacería Enrique Estuardo, Lord Darnley, segundo esposo de la reina Maria Estuardo.

Este nuevo enlace provocó que fuera despojada de la regencia en favor de Juan Estuardo, 2º Duque de Albany, el cual poco después obtiene la custodia del niño-rey. Margarita huye a Inglaterra, permaneciendo allí hasta 1517, cuando logra retornar a Escocia aprovechando la ausencia de Albany.Sin embargo, su matrimonio con Angus estaba deteriorándose, más aún cuando éste logra apoderarse de la custodia del rey y asegurarse de esta forma la regencia del reino desde 1524 hasta que Jacobo V logra huir, en 1528.
Entretando, Margarita se divorcia de Angus en 1527 y se casa por tercera vez, el 3 de marzo de 1528, con Enrique Estuardo, luego I Lord Methven. De este matrimonio nace una hija:

_Dorotea Estuardo (n. ca.1529 - m. joven).

Habiendo escapado el joven rey Jacobo V, se reúne con su madre y Lord Methven, que fueron sus principales consejeros por un tiempo. La relación de Margarita con su hijo terminó siendo muy distante, sin embargo, cuando él rechazó las tentativas de su madre de arreglar una reunión entre él y su hermano, el rey Enrique VIII de Inglaterra acusándola de traición. Además, su negativa a divorciarse de Lord Methven causó aún más daño a su ya fracturada relación.
Murió en el castillo de Methven, en Perthshire, el 18 de octubre de 1541, a los 51 años de edad, y fue sepultada en la abadía cartuja de San Juan de Perth (Escocia).

Margarita Tudor

Margarita Tudor (palacio de Westminster, 28 de noviembre de 1489 - 18 de octubre de 1541) fue la mayor de las dos hijas supervivientes del rey Enrique VII de Inglaterra y de Isabel de York, y la hermana mayor
de Enrique VIII. Se casó con Jacobo IV de Escocia y otras dos veces más.
Nacida el 28 de noviembre de 1489, fue bautizada dos días más tarde el 30 (día de San Andrés) en la iglesia de Santa Margarita de Westminster, compartiendo nombre con la única santa real de Escocia. En total, Margarita se casó tres veces. La primera fue el 8 de agosto de 1503, a los 13 años de edad. Contrajo matrimonio en la abadía de Holyrood, en Edimburgo, con el rey Jacobo IV de Escocia, en un intento del rey inglés de alejar a Escocia de la influencia francesa. De esta manera, pasó a ser la madre de Jacobo V y abuela de María Estuardo. Además, fue igualmente la abuela del consorte de María, Lord Darnley a través de su segundo matrimonio. Lo más importante de todo es que el matrimonio de Margarita con Jacobo llevó directamente a la Unión de las Coronas
De este matrimonio nacieron 6 hijos:


-Jacobo (n. palacio de Holyrood, 21.2.1507 - m. castillo de Stirling, 27.2.1508), Duque de Rothesay.

-Una hija (n. y m. palacio de Holyrood, 15.7.1508).

-Arturo (n. palacio de Holyrood, 20.10.1509 - m. castillo de Edimburgo, 14.7.1510), Duque de Rothesay.

-Jacobo (n. palacio de Linlithgow, 10.4.1512 - m. palacio de Falkland, Fife, 14 de diciembre de 1542), sera Jacobo V, rey de Escocia al suceder a su padre.

-Una hija (n. y m. prematura, palacio de Holyrood, XI.1512).
Alejandro (n. póstumo, castillo de Stirling, 30 de abril de 1514 - m. castillo de Stirling, 18 de diciembre de 1515), Duque de Ross.

Maria Tudor,duquesa de Suffolk

María Tudor nació en el palacio de Richmond, el 18 de marzo de 1496, siendo la quinta de los siete hijos del rey Enrique VII de Inglaterra y de Isabel de York. Muy unida a su hermano, el futuro rey Enrique VIII cuando eran niños, siendo por este motivo que el soberano llama a su primera hija como María -futura reina María I. Además, el famoso barco Mary Rose fue nombrado así en su honor.
El 9 de octubre de 1514, a los 18 años de edad, se casó, en la catedral de Abbeville, con el rey Luis XII de Francia, de 52 años. El matrimonio apenas dura 3 meses, muriendo el rey en París el 1 de enero de 1515. María regresa a Inglaterra; no obstante, es conocida generalmente por sus contemporáneos ingleses como la Reina de Francia.
En las justas celebradas en Francia por su boda, conoce a Charles Brandon, primer duque de Suffolk, embajador acreditado ante el rey Luis XII, y tras la muerte del rey, fue comisionado a felicitar al nuevo rey Francisco I.
La reina se enamoró de Brandon y temerosa de volver a ser sacrificada por la política, se casa en secreto con él en París, el 3 de marzo de 1515. El duque de Suffolk le comunica a su amigo, el cardenal Wolsey, sobre la boda el día 5.
El matrimonio formal se celebra en el palacio de Greenwich, el 13 de mayo de 1515. De la unión nacen tres hijos:
_Enrique Brandon (n. Bath Place, Londres, 11 de marzo de 1516 - m. Suffolk House, 8 de marzo de 1534), nombrado conde de Lincoln el 18 de junio de 1525.
_Frances Brandon (n. Bishop's Hatfield, Hertfordshire, 16 de julio de 1517 - m. Chaterhouse, Sheen, Surrey, 20 de noviembre de 1559.
_Leonor Brandon (n. Londres, ca.1519 - m. castillo de Brougham, 27 de septiembre de 1547), casada con Enrique Clifford, conde de Cumberland.

El rey estaba furioso por la intempestiva boda de su hermana, más aún porque Brandon había estado casado tres veces anteriores: primero, con Margarita Neville -este matrimonio es anulado por razones de parentesco-, con Ana Browne -de la que enviudó- y con Isabel Grey, vizcondesa de Lisle -el matrimonio, realizado sólo jurídicamente, es anulado antes de ser bendecido religiosamente-. Para colmo de males, la primera esposa de Suffolk aún estaba viva. Sin embargo, el rey pronto perdona a su hermana y se reconcilia con Suffolk.
En 1528 el papa Clemente VII emite una bula legitimando el matrimonio entre María y Carlos y a los hijos nacidos de su enlace.Las relaciones entre María y su hermano el rey se vieron afectadas cuando ella se opuso a que éste se divorciase de su esposa Catalina de Aragón para casarse con su amante, Ana Bolena. Era bastante conocido que la duquesa de Suffolk odiaba a Ana y la consideraba una vulgar usurpadora.
Murió en Westhorpe Hall, en Suffolk, el 25 de junio de 1533, a los 37 años de edad, siendo sepultada en la abadía de Bury St. Edmund's, en Suffolk, actualmente en ruinas.

sábado, 26 de junio de 2010

Enrique VIII, sexta parte

Muerte y sucesión
En sus últimos años, Enrique engordó notablemente, con una medida de cintura de 137 centímetros, y antes de morir posiblemente se enfermo de gota. La conocida hipótesis sobre que sufría de sífilis fue difundida por primera vez unos cien años después de su muerte. Argumentos más recientes sobre esta posibilidad provienen de un mayor conocimiento de la enfermedad, que permiten suponer que Eduardo VI, María I de Inglaterra, e Isabel I mostraron todos síntomas característicos de sífilis congénita. La obesidad de Enrique data de un accidente de justa en 1536, donde sufrió una herida en el muslo que no sólo le impidió realizar actividad física, sino que gradualmente derivó en una úlcera que indirectamente pudo haberlo llevado a la muerte.
Enrique VIII falleció el 28 de enero de 1547 en el palacio de Whitehall. Murió el día en que su padre hubiera cumplido 90 años. Fue sepultado en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, al lado de su tercera esposa, Jane Seymour. Casi cien años después Carlos I de Inglaterra sería sepultado en el mismo lugar. En el transcurso de la década posterior a su muerte, sus tres hijos se sentaron sucesivamente en el trono de Inglaterra.
En virtud de la Ley de Sucesión de 1544, la corona fue heredada por el único hijo varón, Eduardo, que se convirtió en Eduardo VI, como primer monarca protestante de Inglaterra. Con sólo nueve años de edad, no podía ejercer por sí el poder, que recayó en un consejo de regencia formado por dieciséis miembros elegidos según el testamento de Enrique VIII. El consejo eligió a Edward Seymour, Duque de Somerset y hermano mayor de Jane, como lord protector del reino. En la eventualidad de que Eduardo no tuviera hijos, sería sucedido por la hija de Catalina de Aragón y Enrique VIII, María. Si ésta a su vez no tenía descendencia, la corona real la heredaría la hija de Ana Bolena, Isabel. Finalmente, si Isabel moría sin descendencia, sería sucedida por los descendientes de María Estuardo, prima del rey Enrique VIII.

Enrique VIII, quinta parte

Últimos años
El único hijo superviviente de Enrique, el príncipe Eduardo, Duque de Cornwall, no era un niño sano. Por tal motivo, Enrique decidió casarse una vez más para asegurarse un heredero varón. Thomas Cromwell sugirió a Ana de Cleves, hermana del protestante Duque de Cleves, que sería un importante aliado en el caso de que Roma atacara a Inglaterra.
Hans Holbein el Joven fue enviado a Cleves para pintar un retrato de Ana para el Rey. Después de observar el favorecedor retrato, y urgido por las cumplidas descripciones de Ana dadas por sus cortesanos, Enrique decidió desposarse con ella. Al arribo de Ana a Inglaterra, se dice que Enrique no la encontró nada atractiva, llamándola en privado "La yegua de Flandes". Había sido retratada sin ningún signo de su cara picada de viruela. No obstante ello, Enrique la desposó el 6 de enero de 1540. Poco después, sin embargo, Enrique deseó terminar el matrimonio, no sólo por sus sentimientos personales, sino por consideraciones políticas. El Duque de Cleves se hallaba envuelto en una disputa con el Emperador del Sacro Romano Imperio, con quien Enrique no quería tener disputas. La reina Ana fue lo suficientemente inteligente para no impedir la búsqueda por parte de Enrique de una anulación. Testificó que el casamiento nunca había sido consumado, diciendo que Enrique había ingresado cada noche en su habitación para meramente besar a su nueva esposa en la frente antes de dormir. El casamiento fue consecuentemente anulado con la base de que Ana había realizado previamente contratos nupciales con otros nobles europeos.
Ana recibió el título de "Hermana del rey", y se le otorgó el castillo de Haver, la ex residencia de la familia de Ana Bolena. Cromwell, mientras tanto, en razón de haber impulsado el fallido matrimonio, perdió el favor real, cayó en desgracia y fue decapitado. El oficio de Vicegerente espiritual, creado para él, no fue cubierto, y permanece vacante hasta hoy.
El 28 de julio de 1540, el mismo día en que Cromwell fue ejecutado, Enrique se casó con la joven Catalina Howard, prima de Ana Bolena. Poco después del casamiento, sin embargo, la reina Catalina tuvo un romance con el cortesano Thomas Culpeper. También había empleado a Francis Derham como secretario, con quien había estado informalmente relacionada antes del casamiento real. Thomas Cranmer, enemigo de la poderosa (y católica) familia Howard, obtuvo evidencias de las actividades de la reina, e informó a Enrique de ello. Aunque en principio el rey no creyó tales denuncias, autorizó a Cranmer a efectuar una investigación, de la que resultó la confirmación de las acusaciones. Al ser interrogada, Catalina podría haber admitido un compromiso previo con Derham, lo que por sí mismo podía convertir en inválido al subsecuente matrimonio con Enrique pero, en lugar de esto, sostuvo que Derham la había obligado a establecer una relación adúltera. Derham, a su vez, expuso la relación entre la Reina y Thomas Culpeper.En diciembre de 1541, Culpeper y Derham fueron ejecutados. Catalina no fue condenada en juicio, sino por un decreto de deshonra aprobado por el Parlamento.
El casamiento de Catalina fue anulado poco antes de su ejecución. Igual que en el caso de Ana Bolena, Catalina no podría ser culpada técnicamente de adulterio, ya que el matrimonio resultó oficialmente nulo desde el origen. Nuevamente esta cuestión fue ignorada, y Catalina fue ejecutada el 13 de febrero de 1542, cuando tenía sólo 18 años.
Enrique se casó en 1543 con su última esposa, la rica viuda Catalina Parr. La nueva reina discutió con Enrique sobre religión, ya que era calvinista mientras que el rey permanecía como anglicano. Esta conducta podría haberle resultado peligrosa, si no hubiera sido por sus muestras de sumisión. Ayudó a reconciliar a Enrique con sus dos primeras hijas, Lady Mary y Lady Isabel. En 1544, un decreto parlamentario puso a ambas en la línea de sucesión detrás del príncipe Eduardo, Duque de Cornualles, a pesar de que todavía eran consideradas ilegítimas. El mismo decreto permitía a Enrique determinar la siguiente sucesión al trono a su arbitrio.

viernes, 25 de junio de 2010

Enrique VIII, cuarta parte

Nacimiento de un Príncipe
Pocos días después de la ejecución de Ana, en 1536, Enrique VIII se desposó con Jane Seymour. El Acta de Sucesión de 1536 declaró a los hijos de la reina Jane dentro de la línea de sucesoria, excluyendo a Lady María y a Lady Isabel. El rey fue habilitado para determinar por sí en lo sucesivo la línea sucesoria. Jane dio a luz a un hijo, el príncipe Eduardo en 1537, para luego morir dos semanas después. Luego de la muerte de Jane, la corte entera guardó luto con Enrique por algún tiempo. El Rey la consideró siempre su "verdadera" esposa, al ser la única que le dio el heredero varón que tan desesperadamente soñaba.
Leyes trascendentales
Para la época de su casamiento con Jane Seymour, Enrique concedió su aprobación a la Constitución de Gales (1535–1542), que la anexó legalmente con Inglaterra, haciendo de ambas un sólo país. La ley decretó el uso exclusivo del inglés para los procedimientos oficiales en Gales, contrariando a los numerosos hablantes del idioma galés.Enrique continuó la persecución de sus oponentes religiosos. En 1536 se desató en el norte de Inglaterra una revuelta conocida como la "Peregrinación de Gracia". Para aplastar a los católicos romanos rebeldes, Enrique concedió poderes al Parlamento, y decretó un perdón general a todos los involucrados. No cumplió ninguna de sus promesas, y una segunda revuelta se inició en 1537. Los líderes de la rebelión fueron acusados de traición y ejecutados. En 1538 Enrique ordenó la destrucción de los santuarios de todos los santos de la Iglesia Católica romana, y para 1538, todos los monasterios existentes habían sido disueltos, y sus propiedades transferidas a la corona. Como recompensa por su eficiencia, Thomas Cromwell fue nombrado Conde de Essex. Abades y priores perdieron sus escaños en la cámara de los lores, y sólo los arzobispos y obispos formaron la representación eclesiástica del cuerpo.


Enrique VIII, tercera parte

Agitación religiosa
El Papa respondió a estos acontecimientos excomulgando a Enrique VIII en julio de 1533. Siguió una considerable agitación religiosa. Urgido por Thomas Cromwell, el parlamento aprobó varias leyes que sellaron la brecha con Roma en la primavera de 1534. La Ley de restricción de apelaciones prohibió las apelaciones de las cortes eclesiásticas al Papa. También previno que la Iglesia decretara cualquier tipo de regulación sin previo consentimiento del Rey. La Ley de designaciones eclesiásticas de 1534, decretó que los clérigos elegidos para obispos debían ser nominados por el soberano. La Ley de Supremacía del mismo año, declaró que "el Rey es la única cabeza suprema en la tierra de la Iglesia de Inglaterra". La Ley de traiciones, también de 1534, convirtió en alta traición, castigada con la muerte, desconocer la autoridad del Rey, entre otros casos. Al Papa se le negaron todas las fuentes de ingresos monetarios como el Denario de San Pedro.Rechazando las decisiones del Papa, el parlamento validó el matrimonio entre Enrique y Ana Bolena con la Ley de Sucesión de 1534. La hija de Catalina, lady María, fue declarada ilegítima, y los descendientes de Ana pasaron a estar en la línea de sucesión real. Todos los adultos fueron obligados a reconocer las previsiones de esta Acta; quienes la rechazaban eran condenados a prisión de por vida. La publicación de cualquier escrito alegando que el matrimonio de Enrique con Ana era inválido, resultaba en un cargo de alta traición, que podía ser castigado con pena de muerte.La oposición a las políticas religiosas de Enrique fue rápidamente suprimida. Varios monjes disidentes fueron torturados y ejecutados. Cromwell, por quien fue creado el puesto de vicegerente espiritual fue autorizado a visitar monasterios, supuestamente para asegurarse que seguían las instrucciones reales, pero en la práctica para hacerse de sus riquezas. En 1536, una ley del Parlamento permitió a Enrique confiscar las posesiones de los monasterios deficitarios (aquellos con ingresos anuales de 200 libras o menos).En 1536, la reina Ana comenzó a perder el favor de Enrique. Después del nacimiento de la princesa Isabel, Ana tuvo dos embarazos que terminaron en aborto o muerte del niño. Mientras tanto, Enrique empezaba a prestar atención a otra doncella de su corte, Jane Seymour. Quizá animado por Thomas Cromwell, Enrique hizo arrestar a Ana, bajo cargos de usar brujería para convertirlo en su esposo, de tener relaciones adúlteras con cinco hombres, de incesto con su hermano George Boleyn, vizconde de Rochford, de injuriar al Rey y conspirar para asesinarlo, con el agravante de traición. Los cargos eran enteramente fabricados. En mayo de 1536, se condenó a Ana y a su hermano a muerte por la hoguera o por decapitación, lo que el rey eligiera. Los otros cuatro hombres sobre los que se alegó tener relaciones con Ana, fueron condenados a ser colgados, ahogados y descuartizados.Lord Rochford fue decapitado al término del juicio de forma inmediata; a los otros cuatro implicados les fueron conmutadas sus diversas sentencias de muerte por la de decapitación. Ana también fue decapitada al poco tiempo.

jueves, 24 de junio de 2010

Enrique VIII rey de inglaterra, segunda parte

La cuestión real
La coronación de Enrique VIII fue la primera pacífica que había tenido Inglaterra en muchos años; sin embargo, todavía tenía que ponerse a prueba la legitimidad de la dinastía Tudor.
El pueblo inglés parecía inconforme con las reglas de sucesión femenina, y Enrique sintió que sólo un heredero varón podría asegurar el trono.
Aunque la reina Catalina quedó embarazada al menos siete veces (por última vez en 1518), sólo uno de los vástagos, la princesa María, sobrevivió a la infancia. Enrique había frecuentado concubinas, incluyendo a María Bolena y a Isabel Blount, con quien había tenido un hijo ilegítimo, Henry Fitzroy, primer duque de Richmond y Somerset. En 1526, cuando estuvo claro que la reina Catalina no podría tener más niños, Enrique comenzó a perseguir a la hermana de María Bolena, Ana. Aunque no cabe duda de la motivación principal de Enrique para divorciarse de Catalina, su deseo de tener un heredero varón.El largo
intento del Rey para terminar su matrimonio con la reina Catalina, fue apodada "La cuestión real". Obviamente, la reina Catalina había testificado que su matrimonio con Arturo, Príncipe de Gales, no había sido consumado y, en consecuencia, no había impedimento para el subsecuente casamiento con Enrique. La investigación no pudo ir más allá, y se desestimó. Sin informar al cardenal Wolsey, Enrique apeló directamente a la Santa Sede. Envió a su secretario William Knight a Roma para argüir que la Bula de Julio II había sido obtenida mediante engaños, y era en consecuencia nula. Además, pedía al papa Clemente VII que le otorgase una dispensa para permitirle desposar a cualquier mujer, incluso en el primer grado de afinidad. Esta dispensa era necesaria, ya que Enrique había previamente tenido relaciones con la hermana de Ana Bolena, María.
Knight se encontró con que el Papa Clemente VII era prácticamente prisionero del Emperador Carlos V. Tuvo dificultades hasta para entrevistarse con el Papa y, cuando finalmente lo logró, no consiguió los resultados que buscaba. Clemente VII no estaba de acuerdo en anular el matrimonio, pero otorgó la dispensa, presumiendo que la misma no tendría mucho efecto mientras Enrique hubiera de permanecer casado con Catalina.
Informado de lo obtenido por el representante del rey, el cardenal Wolsey envió a Stephen Gardiner y a Edward Fox a Roma. Quizá temiendo al sobrino de Catalina, (el Emperador Carlos V), el Papa Clemente inicialmente evitó atender sus reclamaciones. Fox fue enviado de regreso con una comisión autorizando el inicio de un proceso, pero las restricciones impuestas la tornaban prácticamente insignificante.
Gardiner procuró formar una comisión ejecutiva que decidiera con antelación los puntos legales a discutir. Clemente VII fue persuadido para aceptar tal propuesta, y permitió al cardenal Thomas Wolsey y al cardenal Lorenzo Campeggio llevar el caso juntos. La comisión actuó en secreto; sus conclusiones no debían ser mostradas a nadie, y debían permanecer siempre en poder de Campeggio. La comisión estableció que la Bula Papal autorizando el casamiento de Enrique con Catalina sería declarada nula si los alegatos en que se basó se demostraban falsos. Por ejemplo, la Bula sería nula si resultaba falso que el matrimonio había sido absolutamente necesario para mantener la alianza anglo-hispana. Enojado con el cardenal Wolsey por la demora, Enrique lo despojó de su poder y riqueza. Lo acusó de "præmunire", pero Wolsey murió al poco tiempo. Con el Cardenal Thomas Wolsey cayeron otros poderosos miembros de la Iglesia en Inglaterra; en las oficinas del Lord Canciller y del Tenedor de sellos fueron nombrados laicos en cargos antes reservados únicamente a clérigos.El poder entonces pasó a Sir Thomas More como nuevo Lord Canciller, a Thomas Cranmer como nuevo arzobispo de Canterbury y a Thomas Cromwell como primer conde de Essex y Secretario de Estado de Inglaterra. El 25 de enero de 1533, Cranmer participó de la boda entre Enrique y Ana Bolena. En mayo, anuncia la anulación del matrimonio con Catalina, y poco después declara válido al matrimonio con Ana. La Princesa María fue rebajada a hija ilegítima, y reemplazada como presunta heredera por la nueva hija de Ana, la Princesa Isabel. Catalina perdió el título de "Reina", y se convirtió en la Princesa viuda de Gales; María dejó de ser "Princesa de Gales", para pasar a ser una simple "Lady". Catalina de Aragón, Reina de Inglaterra, murió de cáncer en 1536. Sir Thomas More aceptó que el Parlamento hiciera reina a Ana, pues del Parlamento emanaban las leyes y no se pronunció sobre que Enrique VIII fuese cabeza de la Iglesia de Inglaterra, llegando a dimitir como Lord Canciller para no tener que pronunciarse. Sabía que la vida le iba en ello. Durante un tiempo Enrique VIII le dejó tranquilo, pero su silencio era tan atronador para toda Inglaterra que al final le quiso hacer hablar. Muchas veces fue interrogado. Fue encerrado en la Torre de Londres y llevado a juicio que incluyó falsos testimonios. La función de acusación fue ejercida por Thomas Cromwell. Hallado culpable de alta traición, debido al falso testimonio, fue condenado a muerte. Una vez dictada la sentencia y al solicitársele por los jueces unas últimas palabras, por fin habló, diciendo que el juicio había sido una patraña y negando que Enrique VIII pudiera ser cabeza de la Iglesia. Fue ejecutado en 1535. Como mártir, la Iglesia católica lo elevó a los altares.

miércoles, 23 de junio de 2010

Enrique VIII rey de inglaterra, primer parte



Enrique VIII (28 de junio de 1491 – 28 de enero de 1547) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda desde el 22 de abril de 1509 hasta su muerte. Fue el segundo monarca de la casa Tudor, descendiente de su padre, Enrique VII. Famoso por haberse casado seis veces y por ejercer el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses. Entre los hechos más notables de su reinado se incluye su ruptura con la Iglesia Católica Romana, y su establecimiento como cabeza de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana), la disolución de los monasterios, y la unión de Inglaterra con Gales.También promulgó legislaciones importantes, como las varias actas de separación con la Iglesia de Roma, de su designación como cabeza suprema de la Iglesia de Inglaterra, las Union Acts de 1535 y 1542, que unificaron a Inglaterra y Gales como una sola nación, la Buggery Act de 1533, primera legislación contra la sodomía en Inglaterra, la Witchcraft Act de 1542, que castigaba con la muerte la brujería.
La protección que dispensó al pintor alemán Hans Holbein se tradujo en una formidable serie de retratos y dibujos en color, que efigian a muchos personajes de la Corte de aquella época. Destaca la efigie del propio Enrique VIII, del Museo Thyssen-Bornemisza.
Fue hijo de Isabel de York y Enrique VII de Inglaterra. Fue un ávido apostador y jugador de dados. En su juventud practicó, deportes como justas, caza y royal tennis, antepasado del actual tenis. Fue también un músico completo, escritor y poeta. También se involucró en la reconstrucción y mejoramiento de varios edificios importantes, como el Palacio Nonsuch, la capilla del King´s College en Cambridge, y la Abadía de Westminster en Londres.
Primeros años
Nacido en Greenwich, en el palacio de Placentia, Enrique VIII fue el tercer hijo de Enrique VII de Inglaterra e Isabel de York. Sólo tres de sus seis hermanos sobrevivieron a la infancia: Arturo, príncipe de Gales, Margarita Tudor y María Tudor, reina consorte de Francia. Su padre, miembro de la Casa de Lancaster, adquirió el trono por derecho de conquista, ya que su ejército derrotó al último Plantagenet, el Rey Ricardo III, y posteriormente completó sus derechos desposando a Isabel, hija del Rey Eduardo IV de Inglaterra. En 1493, el joven Enrique fue designado condestable del Castillo de Dover y Lord Warden "de las cinco puertas". En 1494 fue nombrado Duque de York, y posteriormente comisario principal de Inglaterra y Lord teniente de Irlanda, mientras aún era un niño. En 1501 asistió a la boda de su hermano mayor Arturo con Catalina de Aragón, pareja que por entonces tenía quince y dieciséis años respectivamente. Los dos fueron enviados un tiempo a Gales, como se acostumbraba con el heredero del trono y su esposa, pero Arturo contrajo una infección y murió. En consecuencia, a los once años de edad, Enrique, Duque de York se encontró con derecho al trono. Poco después fue nombrado príncipe de Gales.
Enrique VII estaba ansioso por mantener la alianza marital entre Inglaterra y España. Así que para lograr el matrimonio entre su hijo, como nuevo Príncipe de Gales y Catalina, viuda de su primogénito, debía primero obtener una dispensa papal. Catalina manifestaba que su primer matrimonio no había sido consumado; de ser así no se requería dispensa alguna, sino una simple disolución de un matrimonio meramente formal. Sin embargo, tanto las cortes españolas como inglesas insistieron en la necesidad de una dispensa papal para eliminar todas las dudas concernientes a la legitimidad del casamiento. Debido a la impaciencia de la madre de Catalina (Isabel de Castilla = Isabel la Católica), el Papa otorgó apresuradamente la dispensa mediante una Bula. De esta manera, catorce meses después de la muerte de su primer marido, Catalina se encontró comprometida con el hermano de aquél, el Príncipe de Gales.
Inicio del reinado
Enrique VIII ascendió al trono en 1509, tras la muerte de su padre. El padre de Catalina, Fernando II de Aragón, organizó el casamiento de ésta con el nuevo rey. Enrique VIII desposó a Catalina de Aragón nueve semanas antes de su coronación en Greenwich, el 11 de junio de 1509, dejando de lado los consejos del Papa Julio II, y de William Warham, arzobispo de Canterbury, en cuanto a la validez de tal unión. Fueron coronados juntos en la Abadía de Westminster el 24 de junio de 1509. El primer embarazo de la reina Catalina terminó en un aborto en 1510. Luego dio a luz a su hijo, Enrique, el 1 de enero de 1511, pero el bebé sólo vivió hasta el 22 de febrero de ese mismo año. Con su coronación, Enrique VIII debió enfrentarse a las problemáticas consecuencias de los impuestos nobiliarios establecidos por Richard Empson y Edmund Dudley, miembros del gabinete de su padre. Hizo detener a ambos en la Torre de Londres, y posteriormente ordenó decapitarlos. Ésta fue una de las muchas maneras en que se diferenció de los principios de Enrique VII. Otra diferencia se hizo notoria por la inclinación bélica de Enrique VIII, mientras que su predecesor había favorecido políticas pacíficas.
Durante los dos años posteriores a la ascensión de Enrique VIII, el obispo de Winchester, Richard Fox, junto a William Warham, controlaron los asuntos de Estado. De 1511 en adelante, sin embargo, el poder real fue ostentado por Thomas Wolsey. En 1511 Enrique se unió a la Liga católica, formada por dirigentes europeos opuestos al rey Luis XII de Francia. La liga incluía figuras como el Papa Julio II, el Emperador del Sacro Romano Imperio Maximiliano I, y los reyes españoles Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, con quien Enrique firmó asimismo el tratado de Westminster. Enrique se unió en persona al ejército; cruzó el Canal de la Manchahacia Francia, donde tomó parte en escaramuzas y batallas. En 1514, Fernando abandonó la alianza, y las otras partes hicieron la paz con Francia. La consecuente irritación con España inició la discusión sobre un divorcio con la reina Catalina. Sin embargo, con la ascensión en 1515 del rey Francisco Ial trono de Francia, Inglaterra y Francia aumentaron su antagonismo, y Enrique se reconcilió con los reyes de España.
En 1516 la reina Catalina dio a luz a una niña, María, renovando las esperanzas de Enrique de lograr un heredero varón, a pesar de los previos embarazos fallidos de su esposa. Fernando II murió en 1516, para ser sucedido por su nieto Carlos, sobrino de la reina Catalina. Para octubre de 1518, Thomas Wolsey había diseñado el Tratado de Londres con el papado, con la idea de conseguir un triunfo para la diplomacia inglesa, ubicando al reino en el centro de una nueva alianza europea con el ostensible objeto de repeler las invasiones moriscas a España, tal como había solicitado el Papa.
En 1519 también murió Maximiliano, y Thomas Wolsey, que a la sazón era Cardenal de la iglesia católica, propuso secretamente a Enrique como candidato para el puesto a pesar de que públicamente parecía apoyar al rey francés, Francisco I. Finalmente, los príncipes electores eligieron a Carlos I de España. La rivalidad subsecuente entre Francia y España, permitió a Enrique actuar como mediador. Así empezó a manejar el equilibrio del poder europeo. Tanto Francisco I como Carlos I intentaron gozar del favor de Enrique VIII, Francisco en forma espectacular y deslumbrante, con el encuentro en el Campo del Paño de oro, y Carlos I con toda solemnidad en los encuentros de Kent. Después de 1521, sin embargo, la influencia inglesa sobre Europa comenzó a menguar. Enrique entró en una alianza con Carlos I a través del tratado de Brujas, y Francisco I de Francia fue derrotado por el ejército imperial de Carlos I en la Batalla de Pavía, en febrero de 1525. La confianza del emperador en Enrique disminuyó al mismo ritmo que el poder inglés sobre el continente. Enrique VIII se mostró reacio en ayudarlo a conquistar la Flor de Lis, a pesar de las garantías de Carlos I. Esto terminó con el Tratado de Westminster, en 1527.

lunes, 14 de junio de 2010

Isabel I de inglaterra, cuarta parte



la guerra con españa



Isabel I de Inglaterra, tras el apoyo español a los rebeldes irlandeses y el ascenso de Felipe II al trono de Portugal, y sobre todo, dada la desesperada situación protestante en Holanda, donde Amberes estaba a punto de caer, y en Francia, donde la Liga Católica y la familia Guisa habían logrado imponer su voluntad a Enrique III, se sentía seriamente amenazada por España. Temiendo la rendición holandesa y la instauración de un títere español en Francia, Isabel se comprometió en 1585 a apoyar a los rebeldes holandeses, y envió al Conde de Leicester con 5.000 hombres y 1.000 caballos. Como garantía de pago por sus gastos, Isabel deseaba los puertos de Brielle y Flesinga. Sin embargo, Isabel rechazó ser coronada como reina de Holanda, ya que eso le hubiera comprometido totalmente en la guerra, y su situación económica no lo permitía. El conde de Leicester no fue capaz de obtener ninguna victoria militar significativa y, de hecho, todas sus intervenciones acabaron en derrota. Esto, unido a que aceptó, contra la expresa voluntad de Isabel, el título de gobernador general de Holanda, provocó que fuera llamado a Inglaterra en 1587.
Asimismo, Isabel apoyó la piratería de Francis Drake contra la marina mercante española, lo que llevó a Felipe II a considerar la posibilidad de una guerra abierta contra Inglaterra, en cuanto hubiera una razón de peso para ello.
Una nueva conspiración católica contra Isabel otorgó a Felipe la excusa que buscaba. En esta conspiración, el rico comerciante londinense Anthony Babington, pretendía asesinar a la reina y coronar a María Estuardo. Descubierta en la primavera de 1586 la conspiración, en la cual había participado la propia María, el Parlamento pidió la ejecución de ésta. Isabel se resistió todo lo que pudo, pero al final, incapaz de soportar la presión, ordenó la ejecución de María, que, en su testamento, cedió a Felipe sus derechos al trono inglés.
Felipe comenzó, por tanto, a preparar el plan de invasión de Inglaterra que se apoyaba en los tercios de Holanda, mientras que Isabel reforzaba la marina de su reino. En 1587, Drake atacó con éxito Cádiz, destruyendo varios barcos y retrasando efectivamente hasta 1588 a la famosa Armada Invencible. Sin embargo, esta Armada vio frustrado su propósito por la resistencia inglesa, por el bloqueo holandés y por el mal tiempo.

Derrota de la armada invencible, pintura de Philippe-Jacques de Loutherbourg (1796).
La victoria sobre la Armada llenó de alivio a Isabel, que ya no había de temer una invasión de los tercios españoles Pero el ambiente en Inglaterra tras la batalla distó mucho de ser una algarabía de fervor patriótico y festejos por el fracaso de la invasión española que la mitología popular pretende. La realidad es que a la batalla siguieron todo tipo de disturbios y enfrentamientos políticos provocados por las penalidades pasadas por los combatientes ingleses, que tardaron meses en cobrar sus sueldos debido a que la guerra llevó al borde de la bancarrota tanto a la corona española como a la inglesa. Aun así, confiada por la victoria, en 1589 la reina ordenó una expedición contra Lisboa, la Contraarmada (superior incluso a la Armada Invencible), con el objetivo de acabar con los restos de la flota española del Atlántico e incitar a Portugal a un levantamiento en contra de Felipe. Sin embargo, esta expedición acabó en desastre, ya que fue incapaz de capturar dicha ciudad, perdió gran cantidad de soldados, marineros y buques, y le provocó una gran crisis económica.Mientras guerreaba contra España, Isabel se tuvo que enfrentar a una nueva rebelión en Irlanda, la Guerra de los Nueve Años irlandesa (1594-1603), donde Red Hugh O'Donnell y Hugh O'Neill se levantaron contra la colonización inglesa. La reina se vio forzada a enviar 17000 soldados al mando de Robert Devereux, conde de Essex en 1599 para frenar el alzamiento, pero éste fracasó. Charles Blount, VIII Baron de Mountjoy le sucedió con éxito, lo que provocó que España, paralizada desde la muerte de Felipe II en 1598, interviniera en 1601 a favor de los rebeldes con 3500 soldados que desembarcaron en Kinsale. Cercados por los ingleses, fueron derrotados junto a sus aliados irlandeses en la batalla de Kinsale que puso fin a la intervención española en Irlanda. Hacia 1603 la rebelión irlandesa estaba controlada.

la muerte de la reina


Isabel cayó enferma el 24 de marzo de 1603, padeciendo debilidad e insomnio. Murió el 24 de marzo en el palacio de Richmond, a los 69 años de edad, siendo enterrada en la abadía de Westminster, al lado de su hermana María I. Sobre sus tumbas se puede leer la siguiente inscripción: “Compañeras en el trono y la tumba, aquí descansan dos hermanas, Isabel y María, en la esperanza de una resurrección”.
Según el testamento de Enrique VIII, los herederos de Isabel tenían que ser los descendientes de María Tudor, duquesa de Suffolk, hermana menor de Enrique. Sin embargo, el único descendiente con capacidad para reclamar la corona era el hijo de su prima María I Estuardo. A las pocas horas de morir Isabel, Jacobo VI de Escocia ascendió al trono como Jacobo I.







sábado, 12 de junio de 2010

Isabel I de inglaterra, tercera parte




La sucesión: María Estuardo


Poco después del ascenso de Isabel al trono se inició un debate sobre quién tenía que ser el esposo de la reina, incluyendo la petición del Parlamento a la reina de que contrajera matrimonio. Sin embargo, contraer matrimonio hubiera significado para Isabel compartir el poder con el rey consorte, algo hacia lo que sentía cierta repulsión, y que puede explicar en parte su negativa constante a hablar siquiera de matrimonio. Sin hijos que le sucedieran, Isabel tenía dos herederas lógicas: María Estuardo, descendiente de la hermana mayor de Enrique VIII, Margarita Tudor y Catherine Grey, hermana de Jane Grey y descendiente de la hermana menor de Enrique VIII, María Tudor. Isabel sentía animadversión tanto hacia María Estuardo, por sus enfrentamientos anteriores y su catolicismo, como hacia Catherine Grey, que se había casado sin el permiso real y cuya hermana había "usurpado" el trono inglés.


El problema de la sucesión se agravó en 1562, año en el que la reina sufrió la varicela. Aunque se recuperó de esta enfermedad, el Parlamento volvió a insistir en la necesidad de que Isabel se casara para obtener descendencia, a lo que Isabel se negó, disolviendo el parlamento hasta 1566, año en el que necesitaba obtener su permiso para recaudar más fondos, permiso que le fue otorgado a condición de que se casara, a lo que Isabel volvió a negarse. En 1568, Catherine Grey murió dejando descendientes que por distintas razones no eran aptos para el trono; así pues,María Estuardo vio aún más reforzada su posición de heredera natural del reino.

Sin embargo, María tenía sus propios problemas en Escocia, donde una rebelión provocada por su boda con el asesino de su segundo marido (con el que había concebido a Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia) forzó que abdicara en su hijo Jacobo y huyera a Inglaterra. Allí fue muy mal recibida, y, debido a lo peligrosa que era para Isabel como heredera del trono, y al descubrimiento de unas cartas supuestamente escritas por ella donde instigaba a los asesinos de su segundo marido a actuar, fue recluida en el Castillo de Sheffield.


apoyo a la causa protestante

En 1568, Isabel se sintió amenazada por la durísima represión del Duque de Alba de las revueltas protestantes en Holanda y por el ataque de Felipe II contra los barcos de Francis Drake y John Hawkins. Mientras que sus consejeros, encabezados por Francis Walsingham, pedían a la reina que apoyara la causa protestante como ya había hecho años antes con el príncipe de Condé, ésta se inclinó por ordenar la captura de la flota de Indias en 1569.
Ese mismo año (1569) se producen la llamada Rebelión del Norte, liderada por nobles católicos de dicha zona del país, que esperaban contar con el apoyo de España contra Isabel, y la primera rebelión de Desmond contra el gobierno inglés en Irlanda, liderada por James Fitzmaurice Fitzgerald; sin embargo, tanto el Duque de Alba como Felipe II eran reacios a intervenir en Inglaterra, dada la situación en Holanda. Privados sus enemigos de apoyo exterior, Isabel pudo hacer frente a las rebeliones, aunque fue excomulgada por una bula papal en 1570, que exacerbó sus problemas con los católicos. Un año después, en 1571, el banquero florentino Ridolfí, planeó asesinar a la reina y colocar a María Estuardo en el trono, con apoyo de España, para restaurar el catolicismo. El plan, sin embargo, fue descubierto por Cecil, y los conspiradores, entre los que se encontraba el duque de Norfolk, primo de Isabel, fueron ejecutados.
El endurecimiento de sus problemas con los católicos no impidió a Isabel inclinarse por una alianza con Francia como contrapeso a España, a pesar de la matanza de San Bartolomé de 1572. Isabel llegó incluso a negociar su matrimonio con el futuro Enrique III de Francia, y, tras la coronación de éste, con su hermano Francisco de Anjou que falleció en 1584, antes de que el matrimonio pudiera llevarse a cabo.
La presión sobre Isabel para que apoyara a los protestantes holandeses fue incrementándose, hasta que en 1577, el consejo real, incluyendo a Cecil, aprobó unánimemente el envío de una fuerza expedicionaria. Isabel confirió el mando de dicha fuerza a Robert Dudley, conde de Leicester, pero cambió de opinión al año siguiente (1578) y retiró su apoyo por su reticencia a entrar en un conflicto abierto con España.
En 1579, apoyándose en la bula de excomunión contra Isabel, James Fitzmaurice Fitzgerald lanzó la segunda rebelión de Desmond, contando con el apoyo del Papa, que envió tropas y dinero, y de Felipe II, que también envió un pequeño cuerpo expedicionario a Irlanda y aceptó ser coronado en lugar de Isabel cuando la revolución triunfara. Sin embargo, las tropas de la reina lograron contener poco a poco la rebelión, acabando con ésta en 1583.

Isabel I de inglaterra, segunda parte



Infancia y juventud
Isabel nació en el palacio de Placentia, el 7 de septiembre de 1533, siendo la hija de Enrique VIII de Inglaterra y de su segunda esposa, Ana Bolena. Enrique habría preferido un varón para asegurar la sucesión de la casa Tudor pero, tras su nacimiento, Isabel se convirtió en princesa heredera al trono de Inglaterra. Al ser Ana incapaz de dar un heredero al rey, éste ordenó ejecutarla bajo la acusación de traición (el adulterio al rey se consideraba traición) y brujería, por haber mantenido relaciones incestuosas con su hermano mayor (19 de mayo de 1536); cargos que son considerados hoy como falsos, aunque existen cartas cruzadas entre la reina María I Tudor, medio hermana de Isabel y su esposo el rey Felipe II de España, en las que María informa a su esposo que no considera a Isabel su legítima sucesora por ser hija del músico Mark Smeaton, lo que daría hoy en día un vuelco a la inocencia de Ana Bolena en su acusación de adulterio. Isabel tenía entonces tres años cuando fue declarada hija ilegítima, por lo que perdió su título de princesa. Vivió retirada de la Corte, lejos de su padre y de sus sucesivas esposas, aunque la última de éstas, Catalina Parr, medió para que padre e hija se reconciliaran. Isabel, junto con su medio hermana María Tudor, hija de Catalina de Aragón, recobró sus derechos en la línea sucesoria, detrás de su hermano el príncipe Eduardo hijo de Jane Seymour, gracias al Acta de Sucesión de 1544.En cuanto a su personalidad, Isabel tenía mucho en común con su madre: neurótica, carismática, enamoradiza y rabiosamente protestante. También heredó su delicada estructura ósea, así como sus rasgos faciales; del rey, sólo su cabello rojizo. Tras la muerte de Enrique VIII en 1547 y el ascenso al trono de su hijo, Eduardo VI, Catalina Parr contrajo nuevo matrimonio con Thomas Seymour — tío de Eduardo — llevándose a Isabel consigo. Allí, ésta recibió una exquisita educación que le propició una excelente expresión en su inglés natal, en francés, en italiano, en español, en griego y en latín. Bajo la influencia de Catalina, Isabel se formó como protestante.
Mientras su medio hermano se mantuvo en el trono, la posición de Isabel fue inestable. Sin embargo, en 1553, Eduardo moriría a los 15 años. Antes de su fallecimiento, y contraviniendo el Acta de Sucesión dictada por su padre en 1544, Eduardo declaró heredera a lady Jane Grey, que sería
depuesta a menos de dos meses desde su coronación. Apoyada por el pueblo, María Tudor ingresó triunfante en Londres acompañada de su media hermana.
Al instante en el que se desmintió el hecho, María, incapaz de evitar que Isabel le sucediera, intentó convertirla al catolicismo, cosa que esta última fingió aceptar pese a que en su interior siguió siendo fiel a la fe protestante.

Primeros años en el poder
En 1558, tras la muerte de María, Isabel subió al trono, siendo coronada el 15 de enero de 1559, en lo que fue la última ceremonia de coronación en latín de Inglaterra, a partir de su sucesor, Jacobo I, el rito de coronación se realizó en ingles. Isabel era mucho más popular que su hermana María y se dice que, tras la muerte de ésta, el pueblo lo celebró por las calles.
Al comienzo de su reinado, la política exterior de Isabel se caracterizó por su cautelosa relación con la España de Felipe II, que se había ofrecido a casarse con ella en 1559, y sus problemáticas relaciones con Escocia y Francia, país este último con el que se encontraba en guerra debido a que su hermana María había decidido apoyar a su marido Felipe en la guerra casi continua en la que se hallaban inmersas España y Francia desde 1522. Rodeados por la amenaza francesa, Isabel y Felipe se vieron forzados a unir fuerzas, pese a sus diferencias religiosas. Por un lado, y gracias a la mediación de Felipe, Inglaterra se sumó al tratado de paz de Cateau-Cambrésis en 1559, en el que Isabel renunció formalmente a la última plaza de soberanía inglesa en Francia, Calais, que había sido capturada por Francisco de Guisa, hermano de María de Guisa, el año anterior, mientras que Francia se comprometía a retirar su apoyo a las pretensiones de María Estuardo al trono inglés. Durante las celebraciones que acompañaron a la firma de este tratado de paz, Francisco II murió, lo que provocó en 1561 el regreso de su esposa María a Escocia.

Además, en el mismo año (1559), Isabel apoyó la revolución religiosa de John Knox, líder protestante escocés, que buscaba eliminar la influencia católica en Escocia. Isabel envió un ejército a sitiar Leith, donde se concentraban las tropas francesas, y una armada a bloquear el Firth of Forth, donde se esperaba que los franceses desembarcaran refuerzos para apoyar a los escoceses.Mientras tanto, en Francia, Catalina de Médicis, regente en nombre de Carlos IX tras la muerte de Francisco II, fue incapaz de impedir a Francisco de Guisa llevar a cabo una matanza de hugonotes, con lo que estalló una guerra religiosa entre la casa católica de Guisa, dirigida por Francisco y la casa protestante de Borbón, dirigida por el príncipe de Condé, Luis Borbón. Isabel apoyó la causa protestante, llegando a comprar a estos últimos el puerto de El Havre, que pensaba intercambiar por Calais al final de la guerra. Sin embargo, tras la tregua entre protestantes y católicos de 1563, Isabel fue incapaz de retener El Havre y firmó una paz con Francia en 1564.
Tras las victorias en Escocia y la desafortunada intervención en Francia, desaparecieron los únicos elementos comunes de la política exterior de Isabel y Felipe II, lo que se tradujo en un continuo decaimiento de las relaciones entre ambos países, a la vez que en un acercamiento de Inglaterra a Francia.
Desde los primeros años de su reinado, Isabel depositó su confianza en Sir William Cecil (Lord Burghley desde 1572), que fue primero Secretario Real y luego Tesorero real hasta su muerte en 1598, momento en el cual la confianza de la reina pasó al hijo de éste, Robert Cecil.